Un sábado Héctor se levantó y desayuno, hizo los deberes del colegio y se puso a jugar al ordenador en el se metió en Internet y busco en el google juegos de guerra, se puso a jugar pero al poco rato su madre le pregunto:
-¿Héctor a que juegas?
-A nada mama
-Sabes que no me gusta que juegues a juegos de guerra.
Héctor enseguida salio del juego, pero de repente gritó Héctor:
-¡Mamaaaaaaaaaaaaa!, ¡papaaaaaaaaaaaaa!
De pronto su madre y su padre fueron corriendo a la habitación de Héctor y le preguntaron:
-¿Qué te pasa?
-Que el ordenador se ha apagado de pronto.
-Eso te pasa por jugar a juegos que no debes, le respondió su madre.
-Se lo tendremos que llevar al técnico-dijo su padre.
A la mañana siguiente Héctor estaba aburrido por que el ordenador no funcionaba. Se lo dijo a su madre:
-Mama estoy aburrido por favor arreglarme el ordenador de una vez.
-No tienes paciencia Héctor tu padre te dijo que lo llevaríais a arreglar -le dijo su madre.
-Pero es que no se lo que hacer sin ordenador.
-Puedes salir a jugar con los niños en el parque –respondió su madre.
Héctor le hizo caso a su madre y salio a jugar con todos lo niños su madre al ver que no llegaba para comer tuvo que llamarle.
-Mama que bien me lo he pasado en el parque.
-Sino estuvieras siempre en el ordenador lo sabrías mucho antes.
Héctor desde aquel día prefería salir a jugar con sus amigos y no le echaba cuenta al ordenador.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
David García Ruiz.
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