jueves, 18 de febrero de 2010

Un día muy especial

El viernes por la mañana, Marta se despertó gritando:
¡Mañana abrimos la hucha! ¡Mañana abrimos la hucha!
Marta era una niña muy impaciente, entonces se lo dijo a su madre, a su padre,
a su tío, a su tía, a su abuela, a su abuelo incluso a sus vecinos y a sus vecinas.
A la hora de almorzar, Marta estaba todo el rato diciendo:
Mañana abriremos la hucha, mañana abriremos la hucha.
Por la tarde, Marta se puso a jugar con su amiga María al voleibol y le contó que
mañana abría la hucha.
A la mañana siguiente, Marta se despertó gritando muy fuerte:
¡Hoy abrimos la hucha! ¡Hoy abrimos la hucha!
 Marta le dijo a su madre que abrieran la hucha, pero su madre le dijo:
Cuando termines los deberes la abriremos.
Marta hizo los deberes muy rápidos.
Y colorín colorado abrieron la hucha y este cuento se ha acabado.

David García Ruiz





   

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